miércoles, abril 04, 2007

ANA PASTOR: “‘59 SEGUNDOS’ ES UNA DE LAS APUESTAS MÁS VALIENTES QUE HA HECHO TVE EN LOS ÚLTIMOS AÑOS”


“Creo que 59 segundos es una de las apuestas más valientes que ha hecho Televisión Española”. Esta sentencia la hace su actual presentadora, Ana Pastor, que cogió el relevo de Mamen Mendizábal, ahora en La Sexta. Con esta frase, deja muy claro que es una mujer de carácter y una periodista clara y directa. Le pido que me explique qué tiene 59 segundos que no tengan otros debates y ella lo tiene muy claro. Dice que es un debate “único”. “Me gusta defenderlo y utilizar esa palabra. Están invitados todos los medios de comunicación, la competencia obviamente, e incluso esos periodistas que son muy duros, críticos y agresivos con el Gobierno, como por ejemplo Pedro J. Ramírez, del diario El Mundo. Yo creo que eso es muy difícil de ver en otros canales, por no decir imposible”, explica.

- ¿Le pesa mucho a 59 segundos ser un programa de madrugada?
- Se queja mucha gente del horario, de que sea a las doce. Es una vieja reivindicación te diría, que yo llevo viviendo seis meses, pero de la que se ha hablado mucho. La pasada temporada ya se emitía muy tarde. Televisión Española, con los cambios que está haciendo, lo está valorando. Veremos en qué queda. También es verdad que es un día muy competitivo, y que ponerlo cuando todavía no han terminado las series es un poquito arriesgado.

En esta temporada, 59 segundos se mueve en una audiencia aproximada del 15 por ciento del share, llegando hasta el 18. La valentía que demuestra Ana Pastor al hablar es la misma con la que trabaja en un mundo tan competitivo como el de la televisión. “Nosotros competimos abiertamente con programas de corazón, con series, Buenafuente, Eva Hache. Es un día brutal. A mí me parece mucho más emocionante. Esto es como el fútbol, que yo soy muy futbolera. ¿Qué es mejor, ganarle al Barça o a un equipo de Tercera Regional? Ganarle al Barça, así que... Y después de lo de Zapatero, hay esperanza. Después de ver el dato del 30 por ciento del día de la entrevista al presidente del Gobierno, yo mantengo la esperanza de que esto funcione todavía mejor de lo que ya funciona.”, explica.

- De todos los periodistas que han pasado por el programa, ¿con cuál te quedas?
- Pues me gusta mucho José Mari Calleja. No te voy a decir que me ha sorprendido porque lo había visto en otras tertulias, en Onda Cero y cuando estaba en ETB, pero me gusta mucho como periodista y como contertulio. En ciertos temas, él tiene una forma de valorar las cosas diferente y especial. Y me ha sorprendido mucho German Yanke. El último día tuvo una fuerte agarrada con Nacho Villa (director de informativos de la COPE) y estamos acostumbrados, o yo estaba muy acostumbrada porque le seguía en Telemadrid, a verle más encorsetado a pesar de que su informativo era de autor. Y de repente me ha descubierto que es un contertulio muy bueno.
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Aunque a mucha gente parece que se le ha olvidado, 59 segundos es un programa al que el PP se niega a acudir de forma regular. “Eso ya ocurrió desde la segunda temporada, cuando todavía estaba Mamen Mendizábal. El PP anunció que no iba a venir al programa porque consideraba que no era plural. Desde entonces, y yo te puedo decir sobre todo la época que he vivido, se les invita cada semana. Y el veto en este caso no es total. En esta temporada han venido varios dirigentes populares como Eduardo Zaplana o el presidente de Murcia. Yo he estado con dirigentes del Partido Popular a los que he invitado personalmente. Nosotros, nuestra obligación como televisión pública, es invitarles”, relata. Y ahora este tema está más que de actualidad.
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- Con el boicot a PRISA, ¿cuántas veces te has acordado de que vosotros ya tenéis vuestro propio boicot del PP?
- Sí, sí me he acordado. En el programa de la semana pasada se mencionó este tema. Pero insisto en que no es un boicot total, los dirigentes del PP no acuden de forma regular. Sobre el boicot a PRISA, una cosa es que el Partido Popular tenga derecho a criticar las declaraciones de Polanco, que fueron muy polémicas, y otra cosa es que se haga un boicot a medios de comunicación por el simple hecho de no haber estado de acuerdo con esas declaraciones.
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Antes de que le termine de preguntar a quién le gustaría sentar en la mesa de 59 segundos para entrevistarle, Ana Pastor me corta: “Rajoy”, me contesta. “Le preguntaría por qué les cuesta tanto venir a 59 segundos”, asegura, y también le gustaría saber “si él está convencido de que la estrategia del Partido Popular, por ejemplo las manifestaciones, les va a funcionar electoralmente”.
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El otro personaje al que le gustaría llevar al programa es a José Luis Rodríguez Zapatero, pero va a ser difícil después de que el presidente del Gobierno se sometiera a las preguntas de cien ciudadanos en la televisión pública. Casi todo el mundo se quedó con la anécdota del precio del café que dijo Zapatero. Ana Pastor no. Otra muestra de su profesionalidad. “No me parece lo más relevante como para destacarlo tanto, pero los medios son así. Para mi es importante destacar que un político, el presidente en este caso y otros en el futuro, se atrevan a contestar preguntas de cien ciudadanos sin pactarlas, en un formato nuevo y en la televisión pública. Creo que es una apuesta valiente y que ha tenido un éxito brutal de audiencia, lo cual significa algo”, explica. La pregunta de esta periodista a Zapatero habría sido, confiesa, “lo que le estamos preguntando todos, si Batasuna va a estar en las elecciones”.

- Como comunicadora, ¿crees que los políticos llegan a la gente?
- Esta semana se ha hablado mucho de la entrevista de Zapatero, se le ha tachado de frío en algunos medios. Para mantener el dato de audiencia que él mantuvo durante tanto tiempo que duró el programa, yo creo que algo le habrá llegado a la gente. Y lo mismo ocurrirá imagino con Rajoy, que va el día 19 a TVE. Pero yo creo que a veces los periodistas y los políticos estamos muy alejados de la realidad. Yo soy de las que cree que todo es política y que por tanto todo interesa a los ciudadanos. Sanidad, comprar una casa, comprar ropa…todo es política. Otra cosa es la política partidista, y ahí si entiendo que a veces exista cierto desencanto.

Ana Pastor llegó a 59 segundos desde la cadena SER. De la radio a la televisión. El salto, dice, no está siendo difícil, sino “interesante”. “Yo siempre destaco que la gran diferencia es que en radio, aunque el trabajo en equipo es importante, no es lo que hace que el trabajo salga o no. Yo hacía información internacional. Estás en Sudán o Pakistán con un teléfono móvil y puedes estar informando, depende de tu talento y de lo bien que lo hagas. Pero aquí no. Aquí para que yo diga “Buenas noches, bienvenidos a 59 segundos” hay cien personas que trabajan, desde maquillaje, sonido, producción, para que tú salgas bien. Y luego tú tienes que dar el resto, pero yo soy un eslabón en una cadena de cien, es uno más. Eso en la radio yo creo que no se nota tanto”, apunta.

Tiene la radio muy presente y no hace falta ni que pregunte. Ella misma me dice que Iñaki Gabilondo es su modelo. “Me parece el mejor periodista de Europa, de lo que yo conozco, me parece un tipo valiente. Nunca encrespa más a pesar de ser insultado. Yo sé que ahora mismo está siendo muy atacado aquí, y la protección que él lleva de seguridad está igual de activa en Madrid que en Euskadi, que ya es lamentable. A veces digo que no es que sea Dios, es que Dios trabaja para él. Soy muy exagerada por el fervor que tengo, pero yo le pondría a la altura de Kapuscinski, al que yo también admiro mucho”, afirma. “No es uno más, Gabilondo siempre marca una diferencia. Sus aperturas son de exponerlas en la universidad, porque son espectaculares. En la radio destacaba de otra manera. Si a mí me preguntas, yo no lo habría cambiado, lo habría hecho compatible con la televisión, pero son decisiones empresariales que hay que respetar”, añade.
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Me dice que “hay de todo” en los medios de comunicación, profesionales que informan y que llegan a la gente y otros que producen el efecto contrario, pero también avisa. Cree que no siempre se tratan temas que interesen a los ciudadanos y tampoco se cuidan las formas. “Si me preguntas por el juicio del 11-M, yo te diría que es muy importante repetir una y otra vez que hay que confiar en la Justicia y en el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Y también que es un tema muy grave que no debe ser utilizado de manera partidista”.


En algo menos de una hora, el tiempo que estoy con ella, Ana Pastor me demuestra, como he dicho, que es una mujer de carácter, que es una periodista con muchas inquietudes y que hay muchas cosas que le llaman la atención. Y le pregunto si a la gente le choca que le gusten cosas tan dispares como el fútbol (se confiesa “merengona, muy, muy del Madrid, del Madrid de Florentino y Zidane”, no confía mucho en el proyecto actual pero esperará a ver qué pasa al final de temporada) y la política “Un día en una entrevista con Wyoming le decía eso. Política, fútbol y encima soy mujer, o sea que... (risas). Pero es que tengo un montón de aficiones, no sé vivir las cosas con normalidad”, me explica. Y por eso, sin que siquiera me dé tiempo a preguntarlo, menciona África, su auténtica pasión, un par de veces.

- ¿De dónde te viene lo de África?
- Por mi hermano mayor. Viajó a Sudáfrica en la época del Apartheid, no sé hace cuantos años pero estaba todavía Mandela en la cárcel. Yo era una adolescente, un poco menos. Y me marcó la historia que él contaba, vas a una piscina y sólo hay blancos, la trágica y patética historia del Apartheid. Él y mi otra hermana viajaron desde muy jóvenes a proyectos. Yo tuve la suerte en la SER de hacer información internacional y afortunadamente la SER en aquella época apostaba mucho por el Tercer Mundo y por ese tipo de temas. Es una obsesión que tiene que ver imagino con la inquietud por el mundo en que vivimos, yo creo que es inseparable de ser periodista.

- África parece un tema abandonado en los medios de comunicación...
- Muy abandonado. Te das cuenta viendo los informativos. Esta semana está saliendo mucho Somalia, Mogadiscio, los disturbios, porque no hay información de otro tipo porque es Semana Santa. Y es muy duro, pero es así. En Congo ha habido disturbios desde hace un montón de tiempo, pero ahora como han atacado la embajada española pues entonces es noticia. Y es muy injusto. Yo creo que es el gran reto, la gran apuesta, el gran problema y la gran solución, el tema de África.

Entrevista realizada en Globomedia el 2 de abril de 2007. Fotografías oficiales facilitadas por Ana Pastor. Otras fotografías, Juan Rodríguez Millán y capturas sacadas de Internet. Agradecimiento especial a Ana Bravo y Fernando Megía por facilitar esta entrevista.

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martes, enero 23, 2007

ALAN DAVIS: “No leo cómics. Muchos de los cómics modernos son inaccesibles por la continuidad”

Corría el año 1987 cuando leí por primera vez un cómic de Alan Davis. Entonces no era para mí más que una historia entretenida con un dibujo fabuloso. Hoy es una pieza de arte. Era el número 569 de Detective Comics, que en España se publicó en los primeros números del segundo volumen de la colección de Batman de Ediciones Zinco, una historia en la que el Joker le lava el cerebro a Catwoman y vuelve a la felina en contra de Batman y Robin. 20 años después de leer aquel número, sé que Alan Davis es un genio de la industria del cómic, un dibujante genial y un guionista muy apreciable.
Alan Davis, nacido en 1956, lleva ya cerca de tres décadas en el negocio del cómic. Comenzó trabajando en el Reino Unido, con personajes como Juez Dredd o Capitán Britania. Allí coincidió con otro genio, Alan Moore (autor de V de Vendetta o Watchmen), del que no guarda muy buen recuerdo. “Las cosas fueron mal y seguí adelante”, se limita a decir sobre él.
- ¿Qué diferencias hay entre tu trabajo en el Reino Unido y en Estados Unidos? ¿Tenías mayor libertad en tus primeros años o ahora que eres una estrella en este mundo?
- No se puede hacer una comparación porque la industria era muy diferente cuando empecé a trabajar en los cómics. En aquellos días, la narración de la historia lo era todo y el arte ilustrativo no era valorado.
Dio el salto a Estados Unidos para trabajar en Batman y los Outsiders, de DC Comics. En esta editorial tuvo problemas a la hora de realizar Batman: Año Dos, y dejó este arco argumental a la mitad. “No tengo paciencia con la gente en la que no se puede confiar. Siempre intento actuar como un profesional y si otros no lo hacen, simplemente sigo adelante. No pierdo mi tiempo con políticas y tonterías pasivo-agresivas. Estoy mejor escribiendo y dibujando cómics”, dice sobre aquellos problemas.
- Años después hiciste Círculo Mortal (una especie de secuela de Año Dos con los mismos personajes). ¿Fue una forma de completar tu visión de la historia?
- Me encanta Mike Barr (guionista tanto de Año Dos como de Círculo Mortal). Me pidió que dibujara Círculo Mortal y acepté. Desgraciadamente, la misma incompetencia que acabó con mi presencia en Año Dos interfirió de nuevo y lo pagó el libro.


Pasó después a Marvel Comics, la gran competidora de DC, donde comenzó dibujando Excalibur, y acabó trabajando en las series más emblemáticas: X-Men, Los Vengadores, Los 4 Fantásticos...
- Excalibur te valió un Premio Eisner. ¿Echas de menos esos personajes?
- En algunos aspectos sí, pero cualquier creador te dirá que los personajes que tienen éxito son tan importantes, o quizás menos importantes, que los otros con los que has trabajado. Los trabajos que la audiencia juzga como punteros son sólo una parte del tapiz de toda una carrera.
- ¿Prefieres el tono más cómico de Excalibur o el más dramático de series como X-Men o Batman?
- Ambos. Pero no veo porqué cualquier serie ha de tener estrictamente sólo un tono.
Y una sorpresa. Alan Davis no es hoy lector de cómics. “Cuando tengo tiempo para leer lo empleo en novelas. Encuentro inaccesibles muchos cómics modernos porque me he perdido en la continuidad. Y las historias están tan extendidas a lo largo de tantos números que pierdo interés”, confiesa. La continuidad, ese peligro al que todo lector de cómics se enfrenta cuando se pierde un número de una colección, es una de las cosas que más parece molestar a Alan Davis, que no duda en decir que trabaja mucho mejor en historias que no tienen en cuenta esa continuidad, como El Clavo (para DC, sobre un universo que no ha conocido a Superman) o Fantastic Four. The End (para Marvel, miniserie que se está publicando en Estados Unidos y, por tanto, inédita todavía en España, sobre el fin de los 4 Fantásticos). “La continuidad es una auténtica molestia. Pero me gustan muchos de los diseños clásicos de los personajes. Creo que los intentos de modernizar los personajes suelen derivar en creaciones patosas o innecesariamente desordenadas. Prefiero la simplicidad y la elegancia”, afirma.


- Me encanta tu estilo narrativo, la forma en la que explicas la historia con el dibujo. Me imagino que no es tan sencillo como suena... ¿Cómo lo consigues?
- Podría intentar darte una respuesta, pero, habiendo pensando mucho sobre esto a lo largo de los años, lo cierto es que no tengo ni idea de qué pasa por mi mente cuando estoy trabajando. Intento sumergirme en la historia y dejo que el arte suceda, es decir, nunca pongo el arte por encima de la historia. Un montón de decisiones son instintivas, las cosas las sientes correctas o no.
- Ahora eres dibujante y guionista. ¿Hay otros artistas con los que te gustaría trabajar?
- No me he parado a pensarlo. Siempre me concentro en el trabajo que tengo entre manos aunque consideraría trabajar con otros creadores si de ello dependiera el proyecto y el personaje. Incluso cuando estoy colaborando con otro creador paso el 90 por ciento de mi tiempo de trabajo solo, así que la historia y el personaje son los elementos más cruciales de cualquier trabajo.
- Supongo que, como otros artistas, tendrás influencias. ¿Quiénes te gustaban cuando eras sólo un lector?
- Neal Adams, Frank Bellamy, Gil Kane, Steve Ditko, Nestor Redondo, Jesus Blasco, Jim Aparo, Wally Wood, John M Burns, John Buscema... Sólo por citar a unos cuantos.
- ¿Cómo es el proceso normal de Alan Davis a la hora de dibujar una página?
- No tengo un acercamiento consistente. Generalmente juzgo las páginas teniendo en cuenta si el diálogo o el arte lleva el peso de la historia, si el texto llenará mucho espacio y reducirá el impacto del arte, al igual que el número de viñetas. Pero aparte de eso, me concentro en la caracterización y en la narración de la historia.

- ¿Qué consejo darías a un dibujante amateur?
- No te creas la promoción y la mitología sobre el dibujo y la narración de historias. Cualquiera que trabaje duro puede hacer un buen trabajo. Lleva su tiempo, pero, si lo adoras, el trabajo es su propia recompensa.
- ¿Con qué disfrutas más, dibujando personajes masculinos o femeninos?
- Ninguno de los dos. El objetivo con ambos sexos es hacer que los personajes sean creíbles al tiempo que incorporas los clásicos estereotipos de los héroes y la imagen más actual de un cuerpo bonito.
- ¿Prefieres Marvel o DC?
- Marvel y DC son ambos negocios, así que trato de ignorar a las entidades comerciales sin rostro y trabajar con un editor.
- ¿Cuál es tu personaje favorito y con cuál te gustaría trabajar en el futuro?
- He sido lo suficientemente afortunado como para dibujar o escribir a la mayoría de los personajes que adoraba de niño, así que no tengo ninguna añoranza seria.
Davis asegura que no tiene planes inmediatos para volver a series como Batman o Los 4 Fantásticos, a pesar del buen sabor de boca que ha dejado en los aficionados de personajes tan dispares como éstos. Su futuro pasa por una nueva miniserie de ClanDestine, que está previsto que se publique a lo largo de 2007. ClanDestine, publicada por Marvel por primera vez en 1994 y creada por el propio Alan Davis, narra las historias de una familia de mutantes nacidos a lo largo de 800 años, desde la época las cruzadas hasta nuestros días.

Entrevista realizada a través del correo electrónico. Cuestionario contestado el 9 de enero de 2007. Ilustraciones originales cedidas por Alan Davis para su publicación junto a esta entrevista.

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lunes, enero 08, 2007

IAN ABERCROMBIE: “Es una gozada trabajar con Spielberg y Almodóvar es uno de los primeros de mi lista”

En España pocos conocerán el nombre de Ian Abercrombie. Pero su biografía y sus palabras revelan que es un tipo realmente interesante. Ha trabajado durante medio siglo en el mundo del espectáculo. Ha viajado por muchísimos países. Ha dado vida a más de 200 personajes en la pequeña pantalla y ha tenido pequeños papeles en películas mundialmente famosas. Seguro que más de un lector le reconoce en las fotografías si le digo que ha trabajado en series como Seinfeld o en películas como El mundo perdido: Jurassic Park 2 (de Steven Spielberg), El jovencito Frankenstein (de Mel Brooks) o El ejército de las tinieblas (de Sam Raimi). “Como actor me gusta cualquier tipo de trabajo, pero en mi corazón me siento más a gusto en el teatro. Ahí es donde conectas con tus compañeros en el trabajo y donde se puede sentir más realizado un actor”, confiesa.
- ¿Con qué intérprete o director te gustaría trabajar en el futuro?
- Mi gran sueño era trabajar con Fellini. Desafortunadamente murió, aunque pude conocerle en una ocasión en Roma. Con Spielberg, en cualquier ocasión. Scorsese también está en mi lista. Por supuesto, Almodóvar está a la cabeza. Le conocí el pasado año con Penélope Cruz y charlamos un rato. Antes de que me haga demasiado mayor, me gustaría trabajar con Jeanne Moreau.
- Puede que el título más conocido de tu filmografía sea El mundo perdido: Jurassic Park 2. ¿Cómo es trabajar con Steven Spielberg?
- Es una absoluta gozada. Todo en sus películas está diseñado y planeado de forma previa y parece sencillo. Tiene un control absoluto y sin esfuerzo en su trabajo de dirección. Durante un descanso de El mundo perdido, estaba haciendo unos ejercicios de estiramiento y me comentó que parecía un personaje de Fellini y empezamos a hablar de nuestro héroe. Fueron quince minutos memorables.
- En teatro has trabajado con actores importantes, como Anthony Hopkins u Olivia de Havilland. ¿Echas de menos aquellos tiempos, los años que pasaste viajando y representando obras importantes?
- Echo de menos aquellos días de camaradería con Jason Robards, Anne Baxter, Dorothy Maguire, Charlton Heston y, por supuesto, Tony Hopkins, que es un amigo con el que además he trabajado. Algunos de estos tipos han ganado premios de la Academia. Me siento muy afortunado de haber trabajado con muchos actores en el teatro.Ian Abercrombie se siente “orgulloso” de ser un actor secundario, y lo está porque siempre ha respetado a este colectivo. “Cuando era un niño, creciendo en Inglaterra, iba bastante al cine. Siempre recuerdo fijarme en los actores secundarios. Me parecían mucho más interesantes que las estrellas. Cada estudio tenía una lista de actores secundarios bajo contrato, así que cuando ibas a ver una película de la MGM, de Warner Bros., etc., esperabas ver a tus favoritos. Creo que el público no sólo respeta al actor secundario, sino que le adora, porque puede hacer saltar una chispa en la pantalla que a veces no pueden producir las estrellas”, recuerda. Hoy en día cree que los niños lo tienen muy complicado para crecer dentro del mundo del espectáculo porque “muchos quieren ser estrellas antes que buenos actores”. Ian Abercrombie es, además, muy crítico con los reality shows, “que hacen auténticas celebridades de personas que no son nadie”, aunque todavía confía en que “las audiencias sigan queriendo ver una buena historia con actores”.
Uno de sus últimos papeles es todo un símbolo para los aficionados al mundo del cómic. En la serie Birds of prey da vida a Alfred, el mayordomo de Batman, en un futuro en el que el superhéroe más conocido de Gotham City ha dejado su ciudad en manos de tres mujeres que luchan contra el crimen: Barbara Gordon, antes Batgirl (Dinah Meyer, conocida por Starships troopers o Dragonheart), la Cazadora (Ashley Scott, que tuvo un brevísimo papel en otra película de Spielberg, Inteligencia artificial) y Dinah, la hija de Canario Negro (Rachel Skarsten). La serie no ha llegado a España, ni en televisión ni en DVD, y, aunque quizá no sea una de las series más admirables, gustará a los aficionados al noveno arte.
- Para tu papel en Birds of Prey, ¿leíste cómics para averiguar detalles sobre Alfred? ¿Estudiaste la interpretación de Michael Gough en las películas de Batman?
- No leí cómics de Birds of prey, no sabía si existían. Aunque conozco a Michel Gough no le estudié. Quería dar mi propia personalidad a Alfred y mantenerle reconocible para los fans más acérrimos. Espero haberlo conseguido.
- Háblame más de esta serie y de tus compañeras de reparto. ¿Cómo era ese trabajo?
- Qué puedo decir de trabajar con estas preciosas mujeres. Mucha diversión y cantidad de abrazos y besos. Trabajar con Dinah era muy profesional. Con Ashley, muchas risas y bromas. Y Rachel era como una nieta para mí, dulce y muy dispuesta a aprender. Desgraciadamente, nuestro tiempo juntos fue muy breve y el final llegó muy rápido. Me llegó un tiempo aceptarlo porque todos habíamos llegado a Birds of prey con ilusiones de tener un gran futuro. El equipo era maravilloso. Pero hay que seguir adelante.
- Birds of prey sólo duró 13 episodios y no se van a hacer más. ¿Por qué se canceló la serie?
- La audiencia fue la razón. Eso, y el hecho de que Warner Bros no la apoyó. Hollywood se basa sólo en hacer dinero y si los estudios no ven resultados inmediatos sacan el hacha.
- Como en Birds of prey, en Mujeres desesperadas también interpretas a un mayordomo. ¿Qué nos puedes contar de ese papel y de la serie?
- El papel en Mujeres desesperadas es más un viejo tío que un mayordomo. Cuando me pidieron hacer el papel me dijeron que sería un mayordomo, pero no quería hacer más ese papel, así que cambiaron algo su imagen. Lo he hecho ya suficientes veces en mis 50 años de carrera. Alfred era diferente. Dado que es un icono era interesante añadir mi interpretación a una lista que incluye a Michael Caine, que lo hizo en la última película de Batman.
Aunque no le gusta hablar de un papel favorito entre todos los que ha interpretado, se le nota que habla con cariño de una película que hizo hace dos años, Un toque de seducción, que se estrenó en España en 2006 (con Robert Carlyle y Marisa Tomei en los papeles principales), porque bailó “con la deliciosa Sonia Braga” y el de la serie Seinfeld. “Era el trabajo perfecto. Ensayos de un par de días y rodaje otro día, un guión excelente y un gran director, Andy Ackerman, el genio de Larry David vigilándolo todo y, por supuesto, Jerry, Julia (Louis-Dreyfus), Jason (Alexander) y Michael (Richards, los cuatro actores protagonistas). Jerry es uno de los actores más generosos, y eso vale también para Julia. Los ensayos y los platós son tan relajados y cómodos que les habría pagado por trabajar. ¡Es broma!”, afirma.
La vida de Ian Abercrombie está plagada de viajes y aventuras. “Como Holanda fue el primer país extranjero que visité en mi vida, tengo que decir que todavía tengo cariño por todo lo holandés. Italia, en especial la Toscana, tienen un lugar importante en mi corazón. Durante doce años pasé mis vacaciones en la Toscana, alquilando un lugar en verano. Desgraciadamente, no he viajado mucho en el último par de años”, asegura.
- ¿Has estado alguna vez en España?
- He estado en España varias veces. Mi primer viaje, hace algunos años, me llevó a Madrid, Toledo y una semana maravillosa a Barcelona. Me cautivó y espero regresar. En 2002 me enviaron a la Costa del Sol a rodar una serie que se llamaba Chromiumblue.com. Teníamos grandes exteriores en Marbella, Ronda y a lo largo de la costa. La comida era fabulosa y todavía mantengo el contacto con algunos de los miembros del equipo español. Estoy seguro de que volveré.
Entrevista realizada mediante cuestionario respondido por e-mail el 7 de enero de 2007. Mi más sincero agradecimiento por la gestión de la entrevista y las fotografías a Landy, webmaster de la página http://www.ashleyscotthaven.com.

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jueves, noviembre 23, 2006

FERNANDO MEGIA: “Tenemos una radio muy competitiva en Europa pero un paso por detrás de Estados Unidos”

La radio tiene la magia especial de que uno muchas veces está seguro de haber escuchado una voz, pero no sabe dónde. Seguro que muchos de vosotros habéis oído en alguna ocasión a Fernando Megía, pero no conseguís ubicarle. Ha pasado por casi todas las emisoras de radio de España haciendo numerosas y muy variadas tareas. Hoy es locutor en M80 Radio y se le ve feliz. “Estoy en el mejor sitio en el que puedo estar a día de hoy, con la música que me gusta, sinceramente, y con buenos compañeros con los que estoy encantado de la vida”, llega a decir.
Y si no conocéis el nombre de Fernando Megía, seguro que sí suena más el de un programa clásico de la radio española, La Gramola. Pues él es su director y por eso habla con orgullo de él. “La Gramola ha sido un referente en la radio española como programa, como producto, como concepto, era un programa de interacción con el oyente, era el típico programa de dedicatorias pero que iba mucho más allá de eso. Había una complicidad tremenda con el oyente, del oyente con el programa, se promocionaban nuevos artistas...”, asegura. Fernando ocupa la dirección de La Gramola desde septiembre de 2005, ocupando el cargo que había dejado Agustín García y antes Joaquín Guzmán. Su objetivo ahora es recuperar la esencia del espacio y devolvérselo a sus auténtico dueños de siempre, los oyentes.
- ¿Y el oyente sigue pidiendo canciones? ¿Se mantiene el nivel de etapas precedentes?
- Desconozco el volumen de peticiones que podía tener Joaquín Guzmán, cierto es que hacía el programa de lunes a viernes y ahora se ha reducido solamente a los sábados, el programa tenía tres horas de duración y ahora sólo tiene una. Sí sé los que recibía Agustín García, que seguía haciendo tres horas de lunes a viernes, y me mantengo en proporción en lo mismo, unas 100 peticiones validas semanalmente para el programa.
- ¿Qué es lo más raro que os han pedido?
- Hay gente que pide esa canción que conoces, que has cantado toda la vida, pero desconoces el título y el intérprete. ¿Cómo pides una canción de la cual desconoces el título y el intérprete? Pues muy fácil, te coges en tu casa una grabadora y o bien la silbas o bien con la guitarra si sabes tocarla sacas unos acordes, lo grabas en formato MP3 y lo mandas. Eso es lo más anecdótico que he recibido, peticiones interpretadas silbando y con guitarra. Y lo más raro... Me han pedido canciones muy raras, cosas de Marujita Díaz, el himno de la Legión... Esas de momento no han sonado (risas).

Fernando se define como locutor (y cree que un locutor nace, aunque aprenda trucos y técnicas por el camino), pero admite que ahora mismo su trabajo es más de editor. “A día de hoy estamos en un momento radiofónico en nuestro país en el que las radiofórmulas tienden a regirse por el eslogan de más música menos palabra”, y eso puede ser, añade, un adelanto o un error. Un adelanto porque “para nosotros era algo inédito, nosotros siempre hemos tenido locutores de radiofórmula que han sido conocidos”. Pero también puede ser un error porque “lo que hacemos es seguir la estela de los americanos, en Estados Unidos hace diez años se empezó a hacer esto y les funcionó, pero desde hace dos años, tres años para acá están volviendo a sus orígenes, a los locutores con presencia y a la radio en formato local, no nacional”.
- ¿Cuál es el nivel de la radio en España comparado con otros países?
- Yo creo que somos unos babies, vamos a la cola de los norteamericanos, pero eso nos pasa en general en toda Europa. Yo creo que la radio que tenemos en España es muy competitiva dentro de Europa, pero por ejemplo para con Norteamérica vamos a la zaga, vamos un paso por detrás, o dos o tres. Cosa que hacen ellos, cosa que se intenta adaptar.
- ¿Qué os diferencia a M80 Radio de otras emisoras?- De cara al oyente, la selección musical, la elaboración de los indicativos, que es espectacular, y luego la edición que hacemos nosotros, los propios locutores, para conseguir por ejemplo que una canción superrockera, que termina arriba con un golpe, enlace perfectamente con una balada lo más lenta posible y que empiece abajo. Conseguir que todo suene de una forma armónica es nuestro principal trabajo a día de hoy y es donde mejor suena con diferencia, mucho mejor que en otras emisoras. Y de puertas para dentro, por cuestiones de compañeros, la relación entre los propios compañeros, la relación entre la junta directiva para con ellos mismos y la relación entre la junta directiva y los locutores. Tenemos unas conexiones tremendas.
- ¿Qué se puede mejorar en M80?
- Ahora mismo los oyentes, seguir subiendo. A día de hoy, tal y como está diseñada la radio, poco más se puede mejorar y hacer. Estamos apostando por la música que es nuestra seña de identidad, los éxitos de los 70, 80 y 90, y eso es lo que tenemos, con una variedad relativamente grande, dado que los éxitos son los que son. Superado eso, probablemente que algún día como locutores volvamos a tener más presencia en el micrófono, ejercer más de locutor que de editor. Pero eso ya sería una cuestión personal.
- ¿Y el futuro os lo va a permitir?
- Yo creo que vamos a volver, pero en un tránsito probablemente de cinco años en el que puede suceder de todo. Probablemente perdamos más protagonismo. Hay emisoras que ahora mismo están utilizando ordenador por las mañanas, en prime time, y es el ordenador el que locuta, las canciones ya vienen seleccionadas. Llegará un momento en que la gente escuchará la música que quiera escuchar en el momento que la quiera escuchar y que si pone la radio lo que busque sean voces que le acompañen.
Y la de Fernando es una buena voz para escuchar, aunque sólo sea porque él mismo se define como “un tipo divertido”. “Creo que fuera del contexto radiofónico, y en ocasiones en el contexto radiofónico también, soy un tipo divertido. En la radio a veces me lo tomo más en serio de lo que debo, pero sí es cierto que cuando disfruto realmente y tengo un día bueno, eso se transmite y acabas haciendo algo divertido. Da igual las intervenciones que puedas hacer, da igual de lo que hables, da igual la música que esté sonando, que puedes transmitir algo y arrancar una sonrisa al oyente”, afirma. A él es lo que le ocurrió cuando empezó a adorar la radio, con 13 años, en la cama y con sarampión. Cuando le pregunto si se ha curado se ríe. “Del sarampión sí, de lo de la radio no y acaba siendo una enfermedad”. “Me dio por la radio como oyente. Hasta los 13 años no me había preocupado de escuchar la radio. No me había llamado la atención antes, pero cuando te ves en la cama, sin nada que hacer y cuando en aquel entonces no todos teníamos televisión en la habitación, te queda la radio, es la única compañera que tienes, descubres que tienes una compañera, una amiga, y con el paso de los años descubres que quieres trabajar en ella, ser a su vez compañero y amigo de quien quiera escucharte”, añade.
- ¿No te ha decepcionado en estos años? ¿Es la radio distinta de cómo te la habías imaginado?
- Es distinta, supongo que eso pasa con todas las profesiones, que te haces una idea cuando estás fuera de ella y cuando entras en ella ves cómo se hace realmente la radio. Una vez que estás dentro y descubres cómo se trabaja en el medio, cómo funcionan los equipos y cómo al final todo está entrelazado, la verdad es que no. Me gusta, estoy enamorado de la radio. No sé si la radio está enamorada de mí, pero yo de ella sí.
- ¿Cambiarías de medio?- A día de hoy, no. Llevo ya ejerciendo diez años y cada día me sigue llenando. Es algo muy importante. Es un consejo que me dieron en M80 cuando entré. Me dijeron que tienen que producirse dos cosas para salir en antena. Una, que estés seguro de que todo va a sonar bien y en su sitio. La segunda, que lo disfrutes. Y es verdad, cuando miro hacia atrás, me doy cuenta de que todo lo que he hecho en la radio, mejor o peor, con todo he disfrutado y todo me ha aportado algo. Diez años después me sigue aportando, sigo aprendiendo y sigo disfrutando con lo que hago, entonces de momento no hay ninguna otra cosa que me pueda llenar como hoy en día me llena la radio.


Entrevista realizada el 22 de noviembre de 2006.
Fotos: Juan Rodríguez Millán y web oficial de M80 Radio (www.m80radio.com).

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miércoles, noviembre 15, 2006

LYDIA FAIRÉN: “NO ME CONSIDERO FAMOSA; ME DA VERGÜENZA QUE ME LO DIGAN”

El nombre de Lydia Fairén seguramente no le sonará a mucha gente, aunque su cara empieza ya a ser conocida. “La verdad es que por la calle poca gente me reconoce, sólo por los alrededores de mi instituto o de mi antigua escuela, pero bien, me hace ilusión, porque no es muy exagerado y se puede llevar perfectamente”, admite. Lydia tiene sólo 17 años recién cumplidos y es conocida desde hace algo más de dos años. Fue entonces cuando se presentó por segunda vez al concurso Eurojunior y consiguió que su voz se escuchara en el disco de esa segunda edición del concurso.

Desde su aparición en Eurojunior, se ha convertido en uno de los rostros de la gira que promociona esa mezcla de baile y ejercicio, Batuka, creada por Kike Santander, profesor de la academia de Operación Triunfo. “Me hubiera encantado conocerle, pero no tuve el placer. Sólo sé que él hizo bastantes canciones de Batuka Junior y también sé que escuchó el resultado final del DVD y le encantó. Ojalá algún día pueda tener la oportunidad de trabajar con él”, afirma la joven cantante. Lydia es también la cara juvenil del programa Batuka que ha estado emitiendo Telecinco, conducido por Jessica Expósito.

- ¿Qué opinas de que haya tantos programas tipo Operación Triunfo o Eurojunior?
- Es un gran salto a la fama impresionante. Es increíble cómo pueden dar semejantes oportunidades, pero también creo que no hay que abusar de la suerte. Soy de esas personas que creen que segundas partes nunca fueron buenas. Yo tuve suerte de que la segunda edición de Eurojunior tuvo muchísimo éxito, pero en el caso de OT, después de la primera edición, la audiencia fue bajando mucho. Ahora que están con Telecinco volvió a subir, y ojalá me equivoque, pero me temo que volverá a pasar lo mismo como sigan abusando. Aún así, yo soy la primera que me trago esos programas.

- ¿Tienes tiempo para todo?
- No estoy tan ocupada realmente. Hago clase de canto una hora a la semana. Baile dos horas mínimo y el máximo de horas es indefinido... Y lo del programa, lo grabé un día entero y lo han ido emitiendo, así que para los estudios tengo tiempo de sobra. En cuanto a la gira, ahora se ha calmado un poco e intento respetar el horario escolar, pero sigo con ella.
- ¿Pretendes seguir estudiando? ¿Alguna carrera te ha llamado la atención o prefieres volcarte en el mundo del espectáculo?
- La verdad es que los libros y yo somos amigos sólo por obligación. También el maquillaje profesional me vuelve loca.
- ¿Lo del maquillaje te viene de la televisión o de antes?
- Siempre he sido muy coqueta, pero cuando en cuanto empecé a ver la cantidad de formas de maquillar y lo difícil que es realmente, me interesé mucho y le preguntaba a las maquilladoras “esto cómo lo haces”, “dónde aprendes a hacer esto”... Me dejo bastantes pagas en maquillaje y mira que hay muchas cosas que aún no he usado. Mis amigas siempre me llaman para que las maquille yo para salir. Es un arte para mí.

Se expresa Lydia con el lenguaje de una chica de su edad, pero refleja una madurez impropia de la juventud actual y sabe que la fama tiene precios a pagar y que es muy difícil conservar las amistades de siempre. “Eso está claro, siempre te decepcionas. Quizá piensas que no se te ha subido a la cabeza, que yo reconozco que un poco sí, aunque hay cosas que has hecho siempre y ahora tienes que contenerte o formas de ser que no puedes mostrar porque la gente directamente dice que tienes aires de estrella. A los amigos nuevos procuro no decirles de dónde vengo si es que no se dan cuenta ellos solos. Hay gente que cree que eres de una forma por ser famosa y cuando te conocen ven que eres normal o incluso más loca que la gente de siempre. Aún así, para nada me considero famosa. Es más, me da algo de vergüenza que me lo digan”, dice. Sus profesores ayudan a que se sienta una más. “Creo que ninguno mira la tele”, dice entre risas, y admite que “sí es cierto que me regañan por hablar demasiado, pero eso no es nuevo”.

Musicalmente, la chica apunta alto y afirma que le encantaría hacer dúos con “Luis Fonsi, Justin Timberlake, Luis Miguel... Y de chicas Britney, Christina, Mariah Carey, Whitney Houston... No acabaríamos nunca...”.

- ¿Qué sueño te gustaría cumplir dentro de este mundo?
- Llega a algún lado, no demasiado alto, que sé que no se puede tener todo, pero vivir de lo que me gusta hacer y mantenerme en ello, que es lo más complicado.
- ¿El físico abre puertas o las cierra?
- Las abre y demasiado. En este mundo la imagen cuenta mucho. Hay excepciones de grandes artistas, obviamente, pero la gente quiere lo que quiere y la imagen es lo primero que ve. No sé si hay alguna forma de luchar contra eso, pero si la hubiera yo estaría dispuesta a apoyarlo.

Al hablar de sus planes de futuro, sale inevitablemente el nombre de Javier del Castillo, Poty, coreógrafo de Mira quién baila. “Es una persona maravillosa, que sé que me quiere mucho y siempre pregunta por mí. No le veo muy a menudo, pero siempre se porta muy bien conmigo. La relación con él no es de profesor, es de amigo, sabes que siempre estará para echarte una mano. Es un magnífico profesional con mucha maña para los niños y los no tan niños, claro está”, afirma.

- O sea que te veremos en una próxima edición de Mira quién baila...
- No te extrañe, tanto él como David Campos (coreógrafo, director de la escuela de ballet que lleva su nombre), siempre piensan en mí para estas cosas, así que a ver si me enchufan por allí. Además, tengo a gente conocida allí, gente que quiero mucho.
- ¿Te ves haciendo otras cosas en televisión?
- Yo no es que quiera trabajar en la televisión, sino en la música, ya sea en un escenario o en un plató, eso me da igual. Pero a hablar en la tele no creo que me acostumbre. No es que me imponga una cámara, sino que me pongo nerviosa hablando con un objeto inanimado y tartamudeo de vez en cuando. Eso me mata.
- ¿Qué tipo de música te ves haciendo en el futuro?
- La verdad es que no tengo ni idea. Me gusta mucho el pop comercial, y ahora también el R&B, las baladas, pop rock, latino, de todo...
- ¿Cuáles son tus proyectos inmediatos?
- Pues de momento seguir con la gira estas Navidades y seguir formándome en la Urban Dance Factory, la mejor escuela de hip hop de Barcelona, y en Art Music, mi escuela de canto desde que me gusta la música.
- ¿Te atreverías a hacer cine musical?
- Sí, la verdad es que mis películas favoritas incluyen musicales, Moulin Rouge, Chicago...
- ¿Y en España hay cabida para ese tipo de cine?
- El otro lado de la cama no me pareció mala, pero soy más de cine americano.


Entrevista realizada el 11 de noviembre de 2006. Messenger.
Fotos facilitadas por Lydia Fairén.
Agradecimiento especial a los webmasters de www.lydiafairen.com/

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En Charlando con... es posible que nunca encontréis una entrevista con el presidente del Gobierno, con el número uno de las listas de ventas o con el último ganador del Balón de Oro. Si no eres un periodista conocido o tienes un gran medio detrás, lo normal es que éstos no se molesten siquiera en escucharte. Pero desde esta humilde posición que me concede este blog, mi objetivo es publicar charlas con gente que merezca la pena, gente interesante, gente con la que se pueda conversar y a la que todos podáis descubrir. No va a ser fácil llenar este blog, pero ya estoy en ello. Ahí fuera hay muchas personas a las que entrevistar.